FOTORREJUVENECIMIENTO FACIAL CON LÁSER

¿Cómo funciona el Fotorejuvenecimiento facial?

El tratamiento con luz pulsada actúa reduciendo el tamaño de los poros y la profundidad de las arrugas, ayuda a sintetizar el nuevo colágeno en la piel, reduce las manchas y mejora la textura de la piel. Todo ello en cómodas sesiones de entre 30 minutos y una hora aproximadamente y sin necesidad de bajas laborales.

Está indicado para tratar los eritemas en el rostro, cuello y escote, el daño solar, los problemas de pigmentación, piel desgastada o áspera, cicatrices del acné, poros y para recuperar y conseguir una piel fresca y joven.

El tratamiento de belleza  se lleva a cabo con un láser de alta intensidad que da a nuestro rostro impulsos de luz en la zona que deseamos tratar, variando de intensidad y de frecuencia. De ese modo, el profesional va tratando la zona poco a poco mejorando el aspecto de las manchas, arrugas o lo que sea que estemos tratando de combatir.

 ¿Qué ventajas tiene para tu cara someterse a estas sesiones? 

 Sometiéndose a sesiones de rejuvenecimiento facial vas a poder lograr corregir arrugas, alteraciones en la textura de la piel (desde aumento de la porosidad de la piel hasta falta de brillo o falta de elasticidad), alteraciones de la pigmentación (hiperpigmentación, manchas solares, manchas de la edad o pecas), arañitas y queratosis actínicas (lesiones precancerosas). Sin duda, puedes ver un gran cambio entre el antes y después. 

Además, entre sus puntos fuertes cabe destacar que se puede aplicar en rostro, cuello, escote y manos sin problemas; mejora y rejuvenece la piel de forma notable y duradera; es un tratamiento rápido, cómodo y prácticamente indoloro; no se necesita recuperación después del tratamiento; y no existen efectos secundarios importantes ni quedan marcas o cicatrices una vez aplicado el tratamiento.

¿Tiene efectos secundarios?  

Pese a que someterse a sesiones de rejuvenecimiento de la piel del rostro no es peligroso, sí es cierto que después de las sesiones aparecen una serie de efectos secundarios que se minimizan en pocos días. Básicamente, después de la sesión es habitual que aparezcan pequeñas escamas o costras que se van secando y desprendiendo entre una y tres semanas después de haberse sometido al tratamiento.